La Dejadez y Falta de Energía en la Autoestima

Vamos a hablar de la apatía, que es falta de energía, entusiasmo y motivación que resiente en gran manera la autoestima. Y ¿Qué refleja la apatía? Refleja una indiferencia ¿Pero indiferencia acerca de qué? Indiferencia a cualquiera de los 5 aspectos de la vida de cualquier ser humano. Puede ser indiferencia hacia el aspecto físico, psicológico, el emocional, el social o el espiritual. Ya que todo ser humano se mueve en esas 5 facetas.
La pregunta es ¿Cuáles son las causas de esa apatía? Porque causas seguro que existen. Si tenemos cinco aspectos habrá entonces cinco causas en la apatía. El primero es la ignorancia, el no saber, la falta de conocimiento. El segundo es la falta de reflexión. El tercero es miedo a cometer errores. El cuarto es la pereza. Y el quinto es la clave, que es la incapacidad aprendida.
Nos preguntaremos ¿La incapacidad se puede aprender? Si yo me siento por ejemplo incapaz de aprender un idioma, de manejar un ordenador, de relacionarme con otras personas ¿Es posible que yo no sea así, que no tenga esta incapacidad en mi origen, es posible que la haya aprendido? Si, rotundamente sí.

Un experimento que se hizo con roedores demostró que la incapacidad se puede aprender. Se puso a una ratas en una jaula donde había cuadrados de tal manera que determinados cuadrados recibían descargas eléctricas, esto hizo que las ratas para evitar el sufrimiento intentaran evitar esas descargas aprendiendo donde estaban las zonas de descarga. Cuando ellas lo habían aprendido pues se cambio las zonas de descargas eléctricas, con lo cual las ratas llegaron a aceptar y a resignarse de que ellas no podían hacer nada. Aquellas ratas entraron en un estado de apatía, se quedaron en un rincón y todas murieron.

Luego estamos hablando de algo importante, de algo que puede estar limitando nuestras vidas. Limitando a que nuestras vidas sean un ejemplo de crecimiento, evolución y plenitud. Y si conocemos que la apatía puede llegar a afectar a todas las facetas del ser humano, si conocemos las causas de la apatía ¿Qué podemos hacer para superar esa apatía y aumentar nuestra autoestima?.
Lo primero es darte cuenta del precio que has pagado, del precio que estas pagando y del precio que vas a pagar por no gestionar eso que se llama apatía. Y lo segundo es encontrar una palanca emocional, es decir, una razón lo suficientemente potente para ti como para que digas se acabo la apatía en mi vida. Te voy a proponer algunas razones para que encuentres mas rápido esa palanca:
Por ejemplo ¿Cuáles son los efectos de la apatía en la vida física de cualquier ser humano? No cuidarte, no hacer ejercicio físico, no dormir un número adecuado de horas, no comer correctamente. Los efectos son que la vida se acorta, esta mas que comprobado que cuando nosotros nos movemos, cuando aceleramos el corazón y la respiración, damos paseos montamos en bici… aumenta la población de neuronas que controlan el centro del miedo, por lo cual nuestra estabilidad emocional es mayor.

¿Qué pasa si no cuidamos nuestra vida psicológica? ¿Qué pasa si no leemos, si no reflexionamos, si no compartimos? Nuestro cerebro se va atrofiando, es realmente como un musculo, y si no se usa se pierde. Y cuando decimos “No quiero amar porque no quiero sufrir” Las emociones como la tristeza como el entusiasmo, la pasión son parte de nuestra vida. Si el dolor es el termómetro del amor, si sufres es porque amaste mucho. Qué pena aquellos que nunca han amado y por tanto nunca pueden sufrir, no conocerán la belleza del amor.
En la faceta social, cuando dos seres humanos se juntan, tienen distintas formas de pensar, son de distintos países, se respetan, se interesan el uno por el otro, buscan un camino en el que colaborar, de ahí surge la magia.

Y en la faceta espiritual, Tomas de Aquino en el siglo XIII después de Cristo dijo: “Todos los errores del hombre proceden del mismo origen, la soberbia ” La espiritualidad no implica tener una religión, pero si implica encontrar el verdadero sentido en tu vida, porque eso, es lo que te dará la fuerza.
Por eso te animo muchísimo a que encuentres esa palanca emocional para aumentar tu autoestima en todas las facetas, para que puedas decir con firmeza, con fe y con confianza: “Esta en mí, yo puedo ¡Vaya que si puedo!”
Un abrazo,

Elías Berntsson
(Fuente: Dr. Mario Alonso)

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